INTRODUCCIÓN

 

   Debuta entre los 2 y los 5 años de edad (con un pico a los 3-4 años) y se produce normalmente en niños con un desarrollo normal. El 20% de los pacientes experimenta crisis febriles simples antes del inicio. Las Crisis Tónico-Clónicas Generalizadas (CTCG) suelen ser el primer tipo de crisis. Días o meses después, se producen Crisis Mioclónicas, Astáticas y/o Mioclónicas-Astáticas adicionales y Ausencias atípicas con una frecuencia creciente hasta llegar a una ''fase tormentosa''.

 

   El Síndrome de Doose, que también es conocido como Epilepsia Mioclónica-Astática, consiste en que el paciente sufre sacudidas mioclónicas de la musculatura proximal seguidas de una fase atónica. En algunos pacientes puede observarse breves crisis tónicas. Los niños suelen experimentar un "Estado Epiléptico no Convulsivo" (EENC) con episodios de somnolencia, alteraciones de la marcha y Crisis Mioclónicas erráticas que pueden durar de horas a días.

 

   Se estima que la prevalencia es del 1-2% de todas las epilepsias infantiles, con una proporción de hombres a mujeres de 2,7:3,1.

 

CAUSAS DEL SÍNDROME DE DOOSE

 

  El Síndrome de Doose, también conocido como epilepsia mioclónica-astática, tiene causas mayormente desconocidas, aunque se sospecha una predisposición genética, con algunos casos mostrando mutaciones en genes específicos. No se trata de una herencia directa, sino más bien de una combinación de factores genéticos y otros aún por identificar. 
 
   Algunas de las causas que pueden producir la enfermedad son:

 

   - Genética: 

   Se han identificado mutaciones en genes como SCN1A, SCN1B, GABRG2, CHD2, y SLC6A1 que pueden contribuir al desarrollo de la epilepsia, incluyendo el Síndrome de Doose. 

   - Factores desconocidos: 
   En muchos casos, la causa exacta del síndrome sigue siendo desconocida, lo que sugiere la influencia de múltiples factores genéticos y ambientales. 
   - Herencia poligénica: 
    Se cree que la herencia en el Síndrome de Doose podría ser poligénica, es decir, influenciada por la combinación de varios genes. 
   - Epilepsia idiopática: 
   El Síndrome de Doose es considerado una epilepsia idiopática, lo que significa que no se asocia a lesiones cerebrales evidentes y se considera una epilepsia de causa desconocida. 
 
   En resumen, el Síndrome de Doose es una epilepsia compleja con una base genética aún no completamente entendida, donde la interacción de múltiples genes y otros factores desconocidos podría desencadenar la enfermedad. Las causas monogénicas identificadas incluyen variantes de SLC6A1 (3p25.3), CHD2 (15q26.1), AP2M1 (10q23.2).

 

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE DOOSE

 

   Cómo ya hemos dicho, el Síndrome de Doose, se caracteriza por la aparición de varios tipos de crisis epilépticas, incluyendo crisis mioclónicas, atónicas, de ausencia y tónico-clónicas generalizadas. Estas crisis pueden comenzar en la infancia, generalmente en niños previamente sanos, y a menudo se acompañan de deterioro cognitivo y del habla, así como cambios en el tono muscular que pueden llevar a caídas. 

 
   Los síntomas principales que pueden aparecer y, que son válidos para poder detectar la enfermedad, son:

 

   - Crisis mioclónicas: 

   Sacudidas o tirones musculares repentinos y breves, a menudo en brazos, hombros o cuello. 

   - Crisis atónicas: 
   Pérdida repentina del tono muscular, que puede provocar caídas. 
   - Crisis de ausencia: 
   Breves interrupciones de la actividad, con mirada fija y ausencia de respuesta. 
   - Crisis tónico-clónicas generalizadas: 
   Rigidez muscular seguida de movimientos espasmódicos. 
   - Deterioro cognitivo y del habla: 
   Dificultad para aprender o desarrollar habilidades lingüísticas. 
   - Cambios en el tono muscular: 
   Pueden manifestarse como rigidez o falta de control muscular. 
   - Caídas frecuentes: 
   Debido a la pérdida de tono muscular en las crisis atónicas. 
 
   Tenemos que tener en cuenta otros aspectos, que son los siguientes:

 

   - El síndrome de Doose puede ser difícil de diagnosticar, ya que las crisis pueden variar en su presentación y frecuencia. 

   - La edad de inicio de las crisis puede ser un factor importante en el diagnóstico. 
   - Algunos medicamentos para las crisis epilépticas pueden empeorar el cuadro en este síndrome. 
   - Se ha observado que algunos niños con síndrome de Doose presentan características autistas y movimientos atáxicos.
 

DIAGNÓSTICO DEL SÍNDROME DE DOOSE

 

   El diagnóstico del síndrome de Doose, se basa en la observación clínica de las crisis, los hallazgos en el Electroencefalograma (EEG) y la exclusión de otras posibles causas de epilepsia. 
 
   Algunos de los criterios diagnósticos que se van a utilizar para perfilar bien la enfermedad, son los siguientes:

 

   - Antecedentes: 

   El síndrome suele comenzar entre los 2 y 4 años de edad, afectando a niños previamente sanos, con desarrollo normal. 

  - Tipo de crisis: 
   Se caracteriza por crisis mioclónicas (sacudidas rápidas de brazos y piernas) y mioclónico-atónicas (sacudidas seguidas de pérdida de tono muscular). También pueden presentarse crisis tónico-clónicas, ausencias y crisis de caída. 
   - Electroencefalograma (EEG): 
   El EEG puede mostrar anomalías generalizadas, como descargas punta-onda a 2-3 Hz, y enlentecimiento de la actividad basal, aunque al inicio puede ser normal. 
   - Desarrollo: 
   El desarrollo psicomotor del niño es normal antes del inicio de las crisis. 
   - Imagen cerebral: 
   Las resonancias magnéticas cerebrales suelen ser normales, lo que ayuda a diferenciarlo de otras epilepsias. 
  - Desencadenantes: 
  Las crisis pueden desencadenarse por la luz o el cierre de los ojos, especialmente en el síndrome de Jeavons, que también puede presentar mioclonías palpebrales. 
 
   Algunas pruebas complementarias que el Neurólogo puede prescribir son las siguientes:

 

   - Video-EEG: 

   Es crucial para la grabación de las crisis y el análisis de las descargas epilépticas. 

   - Estudios de imagen: 
   La Resonancia Magnética Nuclear (RMN), cerebral es importante para descartar otras causas de epilepsia. 
   - Estudios genéticos: 
   En algunos casos, pueden ser necesarios estudios genéticos si se sospecha un diagnóstico diferencial, así como cuando las características clínicas permitan sospechar la presencia de una mutación genética específica. 
 
   La Importancia de un diagnóstico preciso del síndrome de Doose, es fundamental para establecer un pronóstico, elegir el tratamiento adecuado (anticonvulsivantes o, en algunos casos, cirugía) y, en algunos casos, permitir la participación en ensayos clínicos.
 

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE DOOSE

 

   El tratamiento del síndrome de Doose, se enfoca principalmente en el control de las convulsiones y puede incluir, como en otros síndromes, Terapias Farmacológicas y no Farmacológicas (dietéticas y, en algunos casos, cirugía). 
 
   - TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS:

 

   - Medicamentos antiepilépticos: 

   Se utilizan varios fármacos para controlar las convulsiones, incluyendo Valproato, Lamotrigina, Levetiracetam, Etosuximida, Topiramato, Zonisamida, Clobazam y Felbamato. 

   - Terapia combinada: 
   A menudo se requiere una combinación de dos o tres medicamentos para lograr un control adecuado de las crisis. 
   - Medicamentos a evitar: 
   Carbamazepina, Oxcarbazepina y Vigabatrina pueden empeorar las crisis en el síndrome de Doose. 
 
   - ´TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS:

 

   - Dieta cetogénica: 

   Es una terapia dietética altamente efectiva para el síndrome de Doose, con tasas de reducción de convulsiones del 50-90% en un 50-70% de los casos. 

   - Dieta Atkins modificada: 
   Otra opción dietética para algunos pacientes. 
  - Consideraciones: 
   Estas dietas son altas en grasas, moderadas en proteínas y bajas en carbohidratos, y pueden ser útiles cuando los medicamentos no son efectivos o no son una opción quirúrgica. 
 

   En casos excepcionales, se considera la cirugía de la epilepsia, como la Callostomía o la estimulación del nervio vago, especialmente si las crisis persisten a pesar de otras terapias. 

 
   - PRONÓSTICO Y SEGUIMIENTO:

 

   El pronóstico del síndrome de Doose es variable, con algunos pacientes que evolucionan hacia una función cognitiva normal o un retraso cognitivo leve, mientras que otros pueden experimentar problemas cognitivos y de comportamiento si las crisis persisten. El seguimiento regular con un neurólogo o especialista en epilepsia es crucial para evaluar la efectividad del tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario. 

 
   En resumen, el tratamiento del síndrome de Doose combina terapias farmacológicas con opciones dietéticas, y en algunos casos, cirugía. La selección de la terapia más adecuada dependerá de la respuesta individual de cada paciente a los diferentes tratamientos.
 

INVESTIGACIÓN Y PRONÓSTICO SOBRE EL SÍNDROME DE DOOSE

 

   La investigación sobre el síndrome de Doose se centra en varios aspectos, incluyendo:

 

   - Identificación de genes: 

   Se busca identificar los genes específicos que causan o contribuyen al síndrome, lo que podría llevar a tratamientos más dirigidos. 

   - Nuevos tratamientos: 
   Se están investigando nuevos fármacos antiepilépticos, como la Fenfluramina, para mejorar el control de las crisis. 
   - Mecanismos subyacentes: 
   Se investigan los mecanismos moleculares y celulares que causan el síndrome para comprender mejor la enfermedad y desarrollar terapias más efectivas. 
   - Estudios de seguridad a largo plazo: 
   Se realizan estudios para evaluar la seguridad a largo plazo de los medicamentos utilizados en el tratamiento del síndrome de Doose. 
 
   En resumen, la investigación del síndrome de Doose busca mejorar el diagnóstico, tratamiento y comprensión de esta epilepsia infantil, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños afectados. 
 
   Podréis encontrar más información sobre el Síndrome de Doose en la web de la "Federación Española de las Enfermedades Raras". Aquí debajo os dejo el enlace.